A base de talonario se está convirtiendo en una liga importante. Turquía nunca ha destacado por su poderío futbolístico, pero el dinero de los dirigentes de los principales clubes otomanos está contribuyendo a un enorme crecimiento. Morgan De Sanctis recibió hace unas semanas una suculenta oferta para marchar cedido al Galatasay, club más laureado de aquel país. Temiendo un año más permanecer a la sombra de Palop, el italiano y el Sevilla han decidido que lo mejor es un año con minutos para el guardameta. Allí hará compañía a viejas glorias de la canarinha como Roberto Carlos, compañeros ahora de Güiza y Luis Aragonés en el Fenerbahce. El próximo año, debido a la extraña confianza que tiene en él la dirección deportiva, De Sanctis regresará irremediablemente a la disciplina nervionense.