El Sevilla sacó adelante la última rampa del Tourmalet con un trabajado triunfo ante el Villarreal. Ya somos terceros y empatados con el segundo, el Valencia, a treinta puntos. La ocasión para despedir el año en casa a lo grande, y además encaramarse definitivamente en lo más alto era importante, aunque visitaba Nervión un equipo invicto fuera del Madrigal. De hecho, los de Pellegrini demostraron pronto que esa estadística no era fruto de la casualidad.
Tal y como salieron, comenzaron a mover la pelota una y otra vez intentando llevar la manija. El Sevilla por su parte, lo intentaba con alguna contra pero el partido cada vez tomaba más la pinta del choque ante el Valencia. Se jugaba en pocos metros y eso hacía difícil que apareciese el espectáculo. Aún así, afortunadamente no era la tarde del ataque amarillo.
La zaga sevillista, que sólo tuvo momentos de pájara en la segunda parte del Bernabéu, volvió a ser un seguro de vida para Palop, que apenas intervino. Eso sí, tanto centrocampismo evitaba que el Sevilla pudiese sacar partido a Renato. Y sin el brasileño en acción, sigue dando la sensación de que el Sevilla no circula. Por cierto; primoroso partido el de Renato anoche. Este futbolista tiene la rara habilidad de hacer siempre las cosas con sentido.
Aunque era el Sevilla el único que se acercaba, el dominio tampoco era tan claro como para merecer a toda costa la ventaja. Sin embargo, esta vez llegó sin que la llamaran. Ahora bien, tuvo que ser necesaria la presencia de Renato, que justo antes del descanso colocó en las mallas el único gol del partido y el cuarto de su cuenta esta temporada.
La segunda parte arrancó casi de la mejor manera. De la mejor manera porque Llorente vio la segunda amarilla por juego peligroso. Y el casi porque poco antes, en el minuto 46, Kanouté mandó arriba un pase de la muerte de Adriano que pudo ser la sentencia. Tanta adversidad obligó a Pellegrini a poner todas las cartas sobre la mesa. Altidore y Guille Franco salieron al rescate del submarino, pero la buena actuación de la zaga bleu, propició que los tres puntos se quedaran en casa. Gran partido de Romaric que se va asentando, de Adriano que se siente más cómodo sin tener que iniciar los contragolpes en su área, y de Duscher, que cortó mucho las alas en la zona de creación a un Villarreal que no usó las bandas. Luis Fabiano, que tuvo que salir en sustitución de Kanouté, parece que pensaba que no tendría que despojarse del chándal, pues salió poco mentalizado y las pocas que tuvo las estrelló en Diego López. El jueves tendrá que dar más de sí.
Para terminar, una reflexión. No se debe decir al respetable que es vergonzoso que no anime a su equipo. Mucho menos insinuar que esto motiva que el equipo juegue mejor fuera de casa. Cuando el Sevilla sale de verdad a ganar un partido y demuestra que lo da todo por la victoria, la gente responde por sí misma sin necesidad de que la dirijan. Para muestra, este partido.
Para los que salgan ahora en defensa del entrenador argumentando el magnifico juego desplegado ayer, yo les devuelvo la oración por pasiva y les pregunto que porqué no hicimos este juego contra Valencia y Barcelona. Ayer se demostró que se puede dejar la puerta a cero sin sacrificar el espectáculo, que es lo que al fin y al cabo quieren los sufridos pagadores.
Volviendo al partido, el único «lunarcillo» por llamarlo de alguna forma, fue la lesión de Kanouté. Ya decíamos en la previa que era peligroso forzar tantos partidos seguidos al maliense porque en cualquier momento podría romperse. Dicho y hecho. A estas horas no se sabe si se trata de elongación o de rotura pero parece claro que no podrá jugar el jueves.
El jueves, pase lo que pase en Génova, esperemos que el Sevilla siga en la misma tónica y demuestre que merecía pasar a la ronda de dieciseisavos de final. La Sampdoria no será un rival fácil porque se lo juega todo, pero nos vale más de un resultado y todo hace indicar que la noche terminará bien. De momento, nos deleitaremos con el resumen de este partido:
Por el Sevilla FC jugaron: Palop (2), Konko (2), Squillaci (2), Escudé (3), Drago (2), Navas (2), Duscher (2), Romaric (2), Adriano (3), Renato (3) y Kanouté (2). También jugaron Luis Fabiano (1), Fazio (s.c) y Capel (s.c)