¿Quién dijo miedo? En un nuevo alarde de civismo y responsabilidad con los tiempos de crisis que vivimos, el R. Madrid del césar Calderonius se va a volver a gastar una pasta gansa en fichajes.
Primero fue el señor Juande Ramos, insigne mercenario de alto standing que le ha sacado seis millones de euros por seis meses de trabajo. Luego ha sido el goleador holandés Huntelaar (27 millones de euros, osea, 4500 millones de pesetas). El tercero fue Dani Parejo, jugador de la cantera por el que ha tenido que pagar dos millones de euros (330 millones de pesetas) para repescarlo del equipo inglés donde estaba cedido. Finalmente hoy se ha hecho pública la noticia del fichaje de Lassana Diarrá, jugador procedente del Portsmouth inglés y por el que ha pagado 20 millones de euros (3300 millones de pesetas).
Se da la curiosa circunstancia de que Diarrá había sido vendido por el Arsenal al Portsmouth en enero de este mismo año por 5.5 millones de libras (8 millones de euros). Los geniales dirigentes madridistas han revalorizado al jugador francés en dos veces y media en once meses. Estoy por cederle mis ahorros al presidente del Portsmouth a ver si me consigue las mismas plusvalías. Todo es cuestión de encontrar incautos como los mandatarios madridistas.
En total, la casa blanca va a hacer un desembolso de 50 millones de euros (8.000 millones de pesetas) en regalos de reyes para Juan de Dios Ramos, al que parece que le ha hecho la boca un fraile. Y lo malo es que según cuentan los mentideros, puede que la cosa no acabe ahí y que caiga un cuarto fichaje.
Cuando veo estas cosas, no puedo evitar preguntarme; ¿queda algo de sentido común en el futbol español y en sus dirigentes?. Inmersos en la peor crisis económica de la historia se siguen permitiendo tamaños desatinos. Mas valdría que nuestros ministros y presidente del gobierno intervinieran este tipo de operaciones en lugar de salir a la palestra para impedir el cierre del Vicente Calderón. Pero claro, como la mayoria de los ministros son mas merengones que Bernabeu, para qué quitarse el gustazo de reforzar a los suyos aunque sea a costa de dilapidar ocho mil millones.
Y yo me sigo preguntando; ¿donde está el principo de igualdad de oportunidades que reza en nuestra constitución?. Cuando la mayoria de equipos españoles las pasa canutas para pagar las nóminas de jugadores, técnicos y empleados, estos que compran su mal llamada grandeza a base de talonario y de fondos públicos, siguen ampliando distancias artificialmente y adulterando la competición con el beneplácito de los estómagos agradecidos de la FEF.
Que nadie olvide que el R.Madrid es de los pocos equipos españoles que no se constituyó en SAD (Sociedad Anónima Deportiva) y por tanto no está sujeto a una cuenta de resultados. Si las cosas marchan mal, ya le recalificarán algunos terrenitos o le pagarán a precio de oro cualquier otra propiedad con tal de que la plebe siga disfrutando de futbol de alto nivel en el foro madroñero.
Y Villar reelegido otros cuatro años.