At. Madrid 2; Sevilla FC 1. Mal partido y peor resultado.

Reconozco que me ha costado poner en orden mis ideas para escribir una mínima crónica y aviso a navegantes de que estoy un pelín desmoralizado. Y es que no se puede calificar precisamente de buen partido el que hemos presenciado esta noche. El peor Atlético que hayan visto mis ojos y un Sevilla que no ha mejorado a los rojiblancos nos han ofrecido hoy un pobrísimo espectáculo, especialmente en la primera parte. Más parecía un partido de solteros contra casados que un envite de la liga BBVA con dos históricos en liza. La única ocasión mencionable de los primeros 45 minutos fue el gol sevillista, obra de Renato tras saque de esquina de Perotti.

Y si mala fue la primera en cuanto a juego, peor fue la segunda en el sentido de que no se pueden cometer más despropósitos en menos tiempo. Unos supuestos profesionales que ganan su buen dinero por dedicarse en exclusiva a jugar al fútbol no pueden cometer errores de principiantes como el de Duscher, que se ha autoexpulsado por no saber medir las entradas. Y no es la primera vez que deja a su equipo con diez por su mala cabeza. O el de Navarro, que en la última jugada del partido hace una falta totalmente innecesaria que a la postre siginificaría el 2-1 obra de Antonio López de cabeza. Repito, no es de recibo tirar por la borda un botín que teníamos cobrado al final del primer tiempo. Apenas hubiéramos controlado minimamente el partido nos habríamos traido si o si los tres puntos porque el At. Madrid estaba practicamente muerto. Nosotros, solo nosotros, le hemos dado aire al contrario con nuestros errores del TBO. Muy cabreado debería estar Jimenez con el comportamiento de sus jugadores, imprópio de un equipo de la zona alta de la primera división española.

Ya he mencionado a los dos principales culpables de nuestra derrota pero ahora paso a opinar del resto. Los dos centrales titulares hoy han estado muy mal. Squillaci ha perdido de vista dos veces el balón y la segunda de ellas nos ha costado encajar el primero. Aquí ha habido un mucho de mala suerte, ya que el balón rebotado en la pierna del francés, cayó a piés de Forlán que incomprensiblemente se echa el balón demasiado largo y Palop, que acertó a adelantarse al uruguayo lo hizo con tan mala fortuna que el balón rechazado rebota en el cuerpo de Drago y se cuela inmisericorde en nuestra portería. Si tuviera pelos me los habría arrancado en ese mismo instante.

Si hablamos del centro del campo, el tándem Duscher – Romaric ha estado lamentable. El primero no consigue terminar un partido completo, sea por lesión, sea por expulsión como el caso de hoy. Su compañero de línea Romaric sigue demostrándonos a todos que no es el centrocampista de creación que necesita este equipo si queremos ser realmente un grande. No sale del pase fácil al que tiene al lado y a girarse continuamente sobre sí mismo pero sin avanzar un solo metro. Su lentitud en la transición del balón le hace totalmente previsible y anulable.

Arriba, Negredo desacertadísimo. Me niego a aceptar que este hombre sea tan tronco como parece. Yo me confieso admirador del Negredo de la etapa del Almería pero este jugador parece otro. Hace cosas sin sentido, se precipita en las acciones y se le nubla la vista en cuanto se acerca al área. Su sustituto, Koné, no solo no lo mejora sino que resta recursos defensivos al equipo porque baja andando. Francamente no sé si es que este hombre es tan poco maduro como aparenta o realmente no da más. Le perdonaron la roja directa en los últimos minutos por una entrada impresentable en una zona del campo sin peligro alguno. Ni siquiera Adriano que no salió hasta el minuto 60 ¿? ha sido capaz de cambiar la cara desangelada del equipo. Una desaplicación suya en el marcaje a Antonio López nos ha costado perder dos puntos en el último suspiro.

Y para el final dejo al entrenador. No se puede jugar peor, Sr. Jimenez. El Sevilla ha perdido todo el empaque que mostró hasta la jornada ocho o diez. ¿Dónde ha ido a parar ese juego preciosista, descarado y valiente que puso sobre el campo a partir de la derrota de Valencia?. El equipo se limita ahora a jugar andando, arropadito atrás y buscando el gol en un contragolpe. El problema es que cuando en el campo no están Kanouté, Luis Fabiano y Zokora, la empresa se torna harto complicada. Nos guste o no, el Sevilla ha sacado adelante muchos partidos gracias a las individualidades que tiene. El problema no viene de hoy, en el que han faltado los africanos. Ya hace muchos domingos que iniciamos la cuesta abajo y la desmoralización parece haber cundido entre los jugadores. Lo de Sergio Sánchez ha sido un palillo pero no cómo para justificar el pésimo partido de esta noche. Con decir que hemos hecho bueno a un contrario que está en horas bajas, bajísimas, siendo Reyes su mejor hombre sobre el campo.

En fin, que nos queda que pasar tela hasta que vuelvan los monstruos. Lo siento pero estoy de bajón.

Jugaron: Palop (1); Konko (1); Squillaci (0); Dragutinovic (1); Navarro (0); Duscher (0); Romaric (1); Navas (1); Perotti (1); Renato (1) y Negredo (0). En la segunda participaron Adriano (0); Koné (0) y Lolo (sc).

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