Hizo lo que debía. Nuestro Sevilla golpeó sin piedad a un entregado Partizán en la fría y lluviosa noche del miércoles para seguir vivo, y muy vivo en la Copa de la UEFA. Con el tremendo susto del desmayo de Moreira comenzó un partido que se contagió pronto del clima, más aún cuando sus compañeros rodeaban al portugués con claros signos de preocupación.
Tras el parón, el partido dejó ver al Sevilla estático de las últimas jornadas, con un rival agazapado que dejaba crear hasta casi el borde del área. Con intentos quizá algo acelerados de Capel, la buena colocación de Duscher en la medular y un Konko que al menos da impresión de algo en el lateral diestro, el equipo de Jiménez quería pero no conseguía soltarse para abrir la lata. Y aunque todos sabíamos que lo acabaría consiguiendo, el primero no llegó hasta la media hora, cuando un ingenuo zaguero serbio dejó entrar a Navas en el área antes de verse abocado al penalti. Luisfa lanzó y encarriló el partido.
Al descanso se llegó sin contratiempos, pues el uno a cero había cortado de raíz los tímidos intentos balcánicos de maquillar su clasificación UEFA. Y sin apenas tiempo para acomodarse (de hecho a los del Palco Vip Juan Arza les pilló dentro apurando la última) llegó la sentencia de pies de Renato. Buena internada del carioca que se la pone en el borde del área para fusilar raso a Bozovic.
El coser y cantar se instauró en un choque que perdía todo su interés, motivo por fin suficiente para que este equipo se soltase el pelo sin mirar de reojo a Palop. Maresca, cuya aportación volvió a ser poco destacable, dejó su sitio a Romaric, mientras que De Mul permitió descansar a un Capel que fue a más con el paso de los minutos. En el Partizán, que parecía estar por completo con la mente en su compañero, sólo lo intentaba el delantero Diarrá, que terminó asqueado por no cazar ni una.
A quince del final cerró la cuenta Luisfa, de nuevo desde la frontal y raso para acabar con un partido serio del Sevilla, pero en el que no encontró mejor rival que el día de la Ponferradina. Ahora toca pensar en el Bernabéu, pues ya habrá tiempo de hacer números continentales. Aún así, la cuenta es muy sencilla. Tras la goleada del Lieja en casa sobre la Sampdoria, todo lo que no sea perder clasifica a los nuestros en Génova. Siempre seríamos segundos a no ser que venciésemos y perdiera el Standard salvando un gol de diferencia entre goalaverages, lo que nos daría el primer puesto. Si perdemos en la última jornada, seríamos terceros siempre y cuando no gane el Stuttgart en casa al Standard, puesto que si los bávaros logran los tres puntos nos apearían de la competición.
Cuentas muy claras que a más de uno le hacen pensar que se pasará mal en el Luigi Ferraris. Nosotros ahora a pensar en el Madrid, y sin remordimientos…
Por el Sevilla FC jugaron: Palop (2), Konko (2), David Prieto (2), Escudé (2), Dragutinovic (2), Duscher (3), Maresca (1), Navas (2), Capel (2), Renato (2) y Luis Fabiano (2). También jugaron De Mul (2), Romaric (s.c) y Fernando Navarro (s.c).