Decía Manolo Jiménez nada más finalizar el partido, que no hay nada que reprochar a sus jugadores porque lo dieron todo para hacerse con los tres puntos de esta noche. Me parece muy bien que como técnico respalde la labor de sus pupilos, pero no hay más remedio que admitir que si un equipo es culpable del resultado desfavorable ese es el Sevilla. No me sirve como excusa la lesión de Duscher, que fue un contratiempo cuando faltaban fuerzas pero que de no haberse producido el premio hubiese sido el mismo. El Stuttgart es un equipo sin alma, prácticamente resignado a la destitución de su técnico. Da esa sensación de equipo que sabe que todo le va a salir mal pase lo que pase. De hecho, ni los balones al pie le salían en la primera parte. Prácticamente con el juego por bandas sirvió para que el Sevilla demostrara que es muy superior y Navas lo aprovechó nada más comenzar para adelantar a su equipo.
Casi, casi fue un error adelantarnos con tanta celeridad, ya que observando la falta de competitividad del rival, los nuestros se echaron a dormir y no mataron el partido cuando lo tenían tirado en el suelo e inconsciente. Bien pudo hacerlo Koné antes de lesionarse, pero está visto que por muchas oportunidades que le dé Jiménez, lo que a este muchacho le hace falta es un cambio de aires, y no sé si temporal o más bien definitivo. Luis Fabiano por su parte volvió a «deleitarnos» con una de sus espantadas. Cuando el equipo no está bien, el brasileño no es de esos que sabe tirar del carro y por el contrario se desespera ante los defensas rivales. De Negredo diremos simplemente que el juego como visitante le es mucho más propicio. Atrás, todo muy bien. Konko sabía que lo observaba un técnico de la selección francesa en la zona VIP aunque fue de más a menos. Los centrales, salvo alguna acción puntual, inquebrantables.
Eso sí, en la segunda parte no cambiamos la marcha y el Stuttgart sí lo hizo. Tal y como estaba todo, los alemanes tenían que jugársela a doble o nada porque se veían fuera de la Champions, mientras que nosotros mantuvimos la marcha y nos acabó costando caro. Los badeneses-wurtembergueses tuvieron claras ocasiones nada más comenzar, incluido un tiro al larguero. El Sevilla no daba sensación de poder sentenciar y lo peor llegó a doce del final con la lesión del recién salido Duscher. Con Perotti y Negredo también sustituidos, el equipo se veía obligado a jugar con diez ante un incisivo Stuttgart, que acabó encontrando premio en un disparo potente de Kuzmanovic que se cuela en la escuadra de Javi Varas. Por suerte, en esos momentos empataba el Unirea ante el Rangers, lo que nos daba la clasificación matemática para octavos. Para reservar la primera plaza bastará con empatar en Bucarest dentro de tres semanas.
El punto, aunque parezca poco, hace que los de Babbel dependan de sí mismos para meterse. Ganando en Glasgow y a los rumanos, este segundo partido en su campo, tendrán el pase. El 16 de marzo ya está marcado en nuestro calendario como fecha Champions. Esperemos que sea a domicilio.
Por el Sevilla FC jugaron: Javi Varas (2); Konko (2), Squillaci (3), Escudé (2), Navarro (2); Zokora (2), Romaric (1), Navas (2), Capel (2); Luis Fabiano (1) y Koné (1). También jugaron Negredo (1), Perotti (2) y Duscher (s.c).