Aunque ya era un secreto a voces, esta misma noche se ha cerrado el traspaso de Aquivaldo Mosquera al América de México, país en el que el central aún mantenía cartel después de su desacertado paso por el fútbol europeo. Sin lugar a dudas, se trata de la operación menos provechosa en materia de incorporaciones desde que el «León San Fernando» pasara de los palos a los despachos. No vamos ahora a crucificar ni mucho menos al mejor director deportivo de España, pero queda patente que hasta el mejor escribano echa un borrón.
Nunca me olvidaré de las palabras de José María del Nido el día de la presentación del colombiano. En dos años, esos nueve millones que un club mexicano estaba dispuesto a gastarse por él, se han convertido en 4.220.000 euros. Esto no es fruto de la crisis económica. Más bien lo que más ha pesado es el bajísimo rendimiento de Aquivaldo, lo que provocó muchas veces en la afición el «efecto Magallanes»: muchas acciones del zaguero eran tomadas desde la grada con sorna.
Desde que llegó, nunca fue capaz de demostrar porqué era merecedor de dar el salto a un equipo de Champions League. Su velocidad y reflejos, válidos eso sí para el juego en Sudamérica, no son aptos para el alto nivel en las ligas europeas. Además, nunca fue capaz de aceptar las críticas que llegaban tanto por parte de la afición como de los medios de comunicación, con los que incluso llegó a protagonizar algún espinoso episodio.
Al final, hay que reconocer la magnífica labor de la directiva al conseguir recuperar la mitad de lo invertido, algo por lo que nadie hubiese apostado dada la situación. Mucho menos aún si el comprador es de más allá del charco, pues no están allí como para derrochar los dólares. Los algo más de cuatro millones que desembolsará el América suponen el mayor desembolso de la historia de las águilas. Esperamos, y de hecho no dudamos, que Mosquera será capaz de demostrar que tiene sitio en su nuevo equipo y que es merecedor de defender a la selección colombiana. No nos queda duda de que siempre intentó defender la camiseta sevillista con todo lo que tenía. Por ello le deseamos los mayores éxitos en su nueva etapa.
En lo que se refiere al Sevilla, según palabras de Del Nido en semanas anteriores, la salida de un central obligará a la llegada de un nuevo zaguero. El club busca a alguien que también pueda adaptarse a la derecha, por lo que Jesús Gámez y el espanyolista Sergio Sánchez son los mejor colocados. A ver que pasa.