Pasan los días pero no mejora la imagen de este Sevilla que se prepara para una temporada muy exigente. En esta ocasión era el Olympique de Lyon el que se ponía enfrente . Lejos de ello, volvimos a ver un partido aburrido con más tensión que juego. El Sevilla sigue jugando a no se sabe bien qué y la intranquilidad comienza a hacerse visible entre los aficionados. Agradecería y lo digo sin acritud que alguien me dijera una sola característica de este Sevilla 2009-2010 por la que pueda identificársele. Un sello, algo. Yo no lo encuentro. Si restamos las dos pachangas iniciales con Roteña y Conil, los otros tres partidos se han saldado con derrota, empate y victoria respectivamente. Dos goles a favor y dos en contra. Parece ser que la solvencia defensiva sigue intacta pero tambien las escasas opciones goleadoras. A destacar la «Kanouté-dependencia» que sufre nuestro equipo. Mal asunto teniendo en cuenta que el malí sigue cumpliendo años y estará un mes completo en la Copa de Africa.
Volviendo al partido, decir que en la primera parte, al menos, tuvimos un par de ocasiones que bien pudieron ponernos por delante. La más clara fue merced a un cabezazo de Luis Fabiano que Lloris atajó en la cepa de su poste derecho. En el área contraria fue el debutante Lisandro López el que pudo desequilibrar el marcador, pero cuanto más se acercaba el descanso, menos opciones había de que se rompiese el empate a cero.
A diferencia de otras veces, nada cambió en la segunda parte. Alfaro sustituyó a Renato y Sergio Sánchez debutó con la camiseta blanca, pero el Sevilla no se acercaba a la meta rival y el tedio se adueñaba progresivamente de las gradas. En esas, el Olympique comenzó a tomarse demasiado en serio cada balón dividido y lo pagó caro. A la hora de juego, Makoun veía merecidamente la roja tras una entrada sobre Alfaro con la planta por delante. Por si no era suficiente, su compañero Clerc le acompañó a los vestuarios poco después por protestar otra decisión arbitral.
Con dos jugadores más, parecía lógico pensar que el empuje sevillista terminaría por inclinar la balanza a su favor. Error, porque aunque el Lyon se replegó tras las expulsiones, los nuestros se mostraban incapaces de aprovechar la superioridad numérica. Bien al contrario, los franceses controlaban bien el juego y salían sin pegar ni un solo voleón. Hubo que esperar hasta el minuto 88 para que Chevantón, que diez segundos antes había sustituido a Zokora, enganchara un balón suelto en el borde del área para conseguir el uno a cero. Nada más que contar en un partido que ni mucho menos pasará a la historia, y que fue decidido por el descarte más descartado a día de hoy para Jiménez. Cuanto menos, hay que admitir que resulta curioso. Si me dan a elegir, yo le daba el boleto a Koné y me quedaba con Cheva. Al menos ha demostrado tener mas gol que el de Costa de Marfil.
Acosta, por su parte, se está ganando a pulso una cesión en la que pueda comenzar a mostrar lo que Monchi vio en él. El chaval no se va de nadie en velocidad y las alarmas se han encendido sobre la idoneidad de su fichaje. Ha declarado que a pesar de estar jugando a tope, las molestias de su tobillo no han desaparecido por completo. Complicado va a tener jugar si no mejora muy mucho su rendimiento teniendo en cuenta la competencia que tiene en su demarcación con Perotti, Navas, Alfaro, Adriano, Renato, José Carlos, etc.
El que parece estar asumiendo galones es el joven José Carlos. Durante el tiempo que jugó, se encargó de lanzar todas las faltas y corners y bastante bien, por cierto. Al chaval de Riotinto se le ve crecido, mas hecho. Ojalá se convierta en ese centrocampista pasador que tanto necesitamos.
La próxima prueba no llegará hasta el 8 de agosto, cuando viajaremos a Sicilia para jugar un triangular a cuarenta y cinco minutos contra Palermo y Mallorca. A ver si para entonces cambia la cosa y vemos un Sevilla que ofrezca garantías para afrontar las tres durísimas competiciones que se avecínan.